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Alemania mantiene la tendencia a la baja de su sector porcino
24 de abril de 24 - Noticias
Con una estructura muy avanzada y tecnificada, el sector porcino alemán es uno de los más potentes a nivel mundial. Según datos del año 2022, el país ocupa la quinta posición en el ranking de los mayores productores y exportadores de carne porcina. Sin embargo, el sector porcino alemán atraviesa un proceso de reducción de su actividad a causa de factores como la entrada de la peste porcina africana (PPA), el impacto de la pandemia de la COVID-19 o la complicada situación económica de muchas granjas. A pesar de ello, el grado de autoabastecimiento del porcino alemán sigue siendo elevado, y en el año 2022 se situó en 145,3%.
Descenso de la actividad
Según datos de la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis), en noviembre de 2023 el país contaba con alrededor de 17.200 granjas, una cifra muy inferior a las 60.100 granjas que había en 2010. Este descenso también ha supuesto una reducción del 24,6% de la cabaña porcina del país, que actualmente se sitúa en 22,3 millones de cabezas. Los datos reflejan la tendencia hacia granjas porcinas de mayor tamaño. Así pues, si en 2013 la media se situaba en 1.000 cabezas por granja, en 2023 la media era de 1.300.
El descenso de la cabaña también ha tenido un claro impacto en la producción de carne porcina, que ha pasado de los 5,56 millones de toneladas en 2015 a los 4,49 millones en 2022, un 19,2% menos. Por otra parte, el número de cerdos sacrificados también se ha reducido a lo largo de los últimos años. En este sentido, en 2022 se sacrificaron 47 millones de cabezas porcinas, un 20,6% menos en comparación con el año 2015. Sin embargo, la carne de cerdo representa la mayor parte de la producción de carne en Alemania.
Imagen de un corral de destete en Alemania. Foto: Rotecna.
Además, con el descenso de la producción se ha agudizado la falta de lechones para cubrir la demanda interior alemana. Por esta razón, el país depende de la importación de lechones y de cerdos destinados para el sacrificio, con el impacto en bioseguridad y en el equilibrio de la cadena alimentaria sectorial que esto supone. Así pues, el año pasado Alemania aumentó sus importaciones de lechones vivos y cerdos para sacrificio por primera vez desde el 2020. Concretamente, importó casi 9,5 millones de lechones, un 8% más que en 2022, procedentes principalmente de Dinamarca y Países Bajos. Por otra parte, las importaciones de cerdos para sacrificio alcanzaron los 1,5 millones, un 20% más que en 2022. Pese a este incremento, las cifras actuales quedan lejos de las registradas los años previos a la pandemia de la COVID-19.
Pese a la difícil coyuntura, Alemania ostenta una posición privilegiada en el mercado internacional de la carne de cerdo. El país se mantiene como uno de los principales exportadores mundial de porcino. En el año 2022, exportó 2,4 millones de toneladas de carne porcina, mientras que las importaciones se situaron en 1 millón de toneladas. El balance de estas cifras supone un saldo exterior sectorial positivo de alrededor de 1,4 millones de toneladas. Aunque las cifras sean buenas, tanto las exportaciones como las importaciones ha descendido un 20,8% y un 18% respectivamente en relación a 2015. En 2022, Alemania importó 66.020 toneladas de carnes y elaborados de porcino procedentes de España, por un valor 275,1 millones de euros.
Consumo de carne porcina
El mercado alemán ha sido desde siempre uno de los mayores consumidores de carne porcina, al ser el cerdo uno de los principales ingredientes de su variada gastronomía. Sin embargo, entre 2015 y 2022 el consumo de carne de cerdo se ha reducido un 19%, y se ha situado alrededor de los 36,6kg por habitante y año.
La creciente popularidad de las tendencias veganas y de los movimientos animalistas han sido algunos de los principales factores que han impactado en el consumo de carne de cerdo en el país europeo. A pesar de su descenso, el consumo de este alimento en Alemania sigue siendo uno de los más elevados del mundo.
Retos y futuro
Posiblemente, el mayor reto del sector porcino alemán actualmente sea la lucha contra la peste porcina africana (PPA). La enfermedad se detectó por primera vez en el país en septiembre de 2020 en la región de Brandemburgo. Aunque la incidencia del virus ha disminuido en los últimos meses, durante el 2023 se identificaron 880 casos en jabalíes y un caso en una piara de cerdos domésticos. Por esta razón, la situación sigue siendo delicada en algunos estados federados cercanos a la frontera con Polonia, el país europeo con mayor impacto de este virus.
Además, el bienestar animal sigue siendo una prioridad para el gobierno alemán, que este año prevé destinar mil millones de euros en ayudas, por un lado, para mejorar las granjas de cerdos, y por otro, para implementar prácticas de gestión que permitan mejorar los estándares de bienestar animal.
Por último, cuestiones como la alimentación saludable o la sostenibilidad medioambiental adquieren cada vez más importancia entre los consumidores alemanes, a la vez que condicionan su demanda alimentaria. Por esta razón, los países proveedores de carne de cerdo a Alemania deberán prestar especial atención a los temas mencionados y adaptar sus políticas de producción, exportación y promoción.