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Claves del control climático en maternidad
28 de enero de 25 - Noticias
Marcel Weiss Hoffmann. Área comercial Munters
La necesidad de controlar el clima para garantizar el bienestar de los animales es un reto en todas las fases, puesto que se traduce en confort y en buenas cifras productivas. En este sentido, la fase de maternidad es una de las más complejas, ya que las necesidades de las cerdas y de los lechones son muy distintas, lo que supone un reto al compartir espacios. Las cerdas exigen una temperatura más baja y aceptan bien las corrientes de aire. Asegurar un ambiente adecuado para las madres tras el parto aumenta su ingesta de alimento y garantiza una mayor producción de leche (tanto en cantidad como en calidad) dando como resultado mejores lechones. Por su parte, los lechones exigen temperaturas más altas y hay que evitar exponerles a corrientes de aire. Crear un ambiente adecuado para ellos tendrá beneficios en un su desarrollo y crecimiento en las siguientes fases productivas. Esta complejidad hace que la selección de los equipos de climatización y la gestión del control del clima en maternidades sea crucial para el éxito de una granja porcina.
El manejo durante el parto
Realizar un adecuado manejo durante el parto es esencial en la producción porcina. El entorno dentro de las parideras influye directamente en la salud, el confort y la productividad tanto de las cerdas como de sus lechones. Sin un manejo adecuado, el estrés en las cerdas, las bajas tasas de supervivencia de los lechones y la pérdida de la condición corporal pueden afectar negativamente a la rentabilidad de la granja.
La necesidad de gestionar dos categorías de animales exige un control preciso de los parámetros ambientales. El control específico de estos y de los diferentes equipos es imprescindible. En esta fase, los animales son particularmente sensibles a su entorno, y se deben cumplir unos requisitos específicos de temperatura, humedad y calidad del aire para garantizar que permanezcan sanos y productivos durante todo este período. Si no logramos mantener un entorno óptimo, pueden producirse problemas como la disminución de la ingesta de alimento y la reducción de la producción de leche para las cerdas, una mala condición corporal y una mayor susceptibilidad a padecer enfermedades de los lechones.
Regulación de la temperatura
La temperatura es una preocupación primordial en el manejo del parto. Tanto las cerdas como los lechones requieren rangos de temperatura específicos para evitar el estrés térmico y tener un desarrollo saludable.
- Estrés por frío: Cuando la temperatura ambiente cae por debajo del rango óptimo. Las cerdas gastan más energía para mantener su temperatura corporal. Las cerdas son más resistentes, pero los lechones son sensibles. El estrés por frío puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo que los animales sean más susceptibles a las enfermedades.
- Estrés por calor: Por el contrario, las altas temperaturas pueden causar estrés por calor, lo que reduce la ingesta de alimento y la mala condición corporal de las cerdas. Esto puede comprometer la lactancia y la supervivencia de los lechones. Los lechones tienen un requisito de temperatura más alto, pero aun así pueden sentir demasiado calor. En condiciones de calor extremo, los sistemas de refrigeración, como los ventiladores y los sistemas de nebulización, son esenciales para mantener el ambiente dentro de la zona de confort.
Para el control del clima en las parideras, la posibilidad de utilizar equipos específicos para cada categoría de animales es un beneficio que la tecnología nos permite.
Ventilación
Los sistemas de ventilación están diseñados para eliminar el exceso de humedad, calor y gases nocivos como el amoníaco y el CO₂, al tiempo que garantizan un suministro continuo de aire fresco. En el caso de las parideras, debemos ser más cuidadosos con su instalación, ya que su ventilación debe respetar los límites para el bienestar de los lechones. Una ventilación eficaz requiere una planificación cuidadosa, con una ubicación estratégica de las entradas de aire y los ventiladores de extracción para garantizar una distribución adecuada. Los proyectos tienen muchas formas de alcanzar una ventilación óptima, dependiendo de factores externos. En las zonas más cálidas se pueden utilizar sistemas con aire frío y mayor velocidad del aire centrado en la cerda. Una ventilación adecuada debe evitar las corrientes de aire en los lechones y mantener un entorno cómodo para los animales, manteniéndolos seguros tanto en condiciones de frío como de calor.
Calefacción
Los equipos de calefacción son importantes para la mayoría de las categorías. En las salas de maternidad se debe prestar especial atención al sistema de calefacción para los lechones. Hay muchas opciones disponibles en el mercado, pero es fundamental que la fuente de calor permita una distribución uniforme del calor, para que todos los lechones estén a la temperatura adecuada. Estrategias como el uso de placas calefactadas ofrecen muy buenos resultados.
Ventajas económicas
Invertir en sistemas de control climático no se trata solo de bienestar animal, sino que también genera un importante impacto económico. Un control eficaz del clima durante y tras el parto puede suponer un ahorro sustancial de costes, un aumento de la productividad y una granja más rentable.
- Rendimiento mejorado: Un manejo adecuado conduce a tasas de supervivencia de lechones más altas, una mejor condición corporal de las cerdas y una mayor producción de leche, lo que resulta en más ganancia de peso en los lechones y una mayor tasa de fertilidad en las cerdas para el próximo ciclo.
- Mejora la eficiencia alimentaria: Un entorno controlado favorece una mejor eficiencia alimentaria, ya que las cerdas y los lechones demandan menos energía para la termorregulación.
- Reducción de costes veterinarios: Un entorno bien controlado reduce la incidencia de problemas respiratorios y otros problemas de salud relacionados con la mala calidad del aire o las temperaturas extremas, lo que reduce los costes veterinarios y los gastos en medicamentos.
- Ahorro de energía: Aunque el coste inicial de la instalación de sistemas de climatización en maternidades puede ser elevado, los sistemas modernos son energéticamente eficientes y utilizan sensores y controladores automatizados para optimizar la calefacción, la refrigeración y la ventilación. Esto genera importantes ahorros de energía y la inversión queda amortizada en poco tiempo.
Retorno de la inversión (ROI)
La inversión en sistemas de control climático representa un coste inicial que se compensa con beneficios económicos a medio-largo plazo. El aumento de la productividad, la mejora de la eficiencia alimentaria, la reducción de los costes veterinarios y el ahorro de energía contribuyen a un retorno de la inversión. La mejora del rendimiento reproductivo y del peso de los lechones, junto con la reducción de los costes operativos, mejora la rentabilidad de la granja, lo que hace que la inversión sea viable para el ganadero.
Planificación y selección de equipos
Los proyectos eficientes requieren de una planificación cuidadosa y la selección de equipos adecuados para satisfacer las necesidades específicas de cada granja. Factores como el diseño de las instalaciones, los materiales de construcción, el clima local y las prácticas de gestión, afectan significativamente a la eficacia del sistema. Asociarse con profesionales calificados para diseñar e instalar estos sistemas es esencial para garantizar unos resultados óptimos, tanto para el bienestar animal como para la rentabilidad de la inversión. En definitiva, el control del clima en las parideras es un reto. Los buenos resultados en esta fase permitirán lograr también buenos resultados en todo el sistema de producción. Es esencial garantizar la salud, el bienestar y la productividad tanto de las cerdas como de los lechones a través de una cuidadosa planificación, inversión y gestión de los sistemas de climatización. Las ventajas económicas lo convierten en una inversión que vale la pena para cualquier granja de producción porcina.