¿Cómo podemos minimizar los costes en engorde?

La fase de engorde, y concretamente el consumo de pienso durante este período, supone el mayor coste producción para las empresas porcinas. Hacer una buena gestión de la alimentación y del manejo resulta clave para minimizar este impacto. Algunas de las claves para hacerlo fueron expuestas por profesionales del sector porcino en una nueva edición de las Jornadas de Porcino de la UAB y AVPC, celebradas del 31 de enero al 2 de febrero.

Imagen de las Jornadas dePorcino de la UAB y AVPC. Foto: Rotecna.

Se estima que el engorde supone un 67% del coste final de la producción. Según datos de SIP Consultors referentes al año 2023, el coste de esta fase ascendía a unos 114€ por cerdo con una variabilidad que puede alcanzar los 14€ entre las empresas de costes bajos y altos. Según Joan Rocadembosch, de SIP Consultors, podemos minimizar estos costes analizando factores evidentes como el pienso, los fármacos o el crecimiento, pero también es importante prestar atención a cuestiones menos habituales como son un análisis de la ocupación, crecimiento económico y el peso de sacrificio. El impacto económico de estos factores resulta significativo y beneficioso para incrementar la rentabilidad del proceso de engorde.  

Fuente: SIP Consultors.

Por otro lado, la correcta gestión de los ayunos previos al envío de los animales al matadero también permite optimizar los rendimientos, algo que posteriormente se verá reflejado en los resultados. Así lo ha explicado Rafael Guillén, de Grupo Jorge, quien ha destacado que el ayuno prolongado, especialmente por encima de las 30 horas, junto con un mal manejo de los animales, conlleva el riesgo de pérdida de peso en las canales. En este sentido, la tasa de pérdida de peso de la canal prácticamente se triplica a partir de las 24 horas de ayuno disminuyendo significativamente el rendimiento de la canal. Para evitar este efecto, se recomienda ayuno efectivo de 12 a 14 horas antes de la carga, que más el tiempo de carga, descarga y de transporte, y el tiempo de espera en los corrales del matadero suman un ayuno total de 22 a 26 horas.

Las estrategias de alimentación son otro punto importante a la hora de mejorar la eficiencia de la producción en el engorde. Mejorar el índice de conversión (IC) durante este período es clave para la rentabilidad de la granja, pero a menudo esto se confunde con un bajo coste de producción. Pau Aymerich, técnico de Vall Companys, apuntó que la relación entre ambos conceptos depende de cambios en el perfil nutricional, en las instalaciones, el manejo o la mortalidad. En este sentido, a la hora de diseñar los programas nutricionales se debe tener en cuenta que ajustar la concentración nutricional en las dietas afectará tanto al coste del pienso como al IC. Encontrar un equilibrio adecuado entre estos parámetros es crucial para determinar el coste de producción y la rentabilidad. En la línea del diseño de programas nutricionales también propone decidir si alimentar a toda la población de una misma forma o segregarla según el peso o el sexo para alimentar de forma más ajustada a los requerimientos individuales. Dicha segregación ofrece oportunidades de mejora en lo referente a los costes y al IC, aunque con importantes desafíos logísticos. La aplicación de estos conceptos puede conducir a mejoras significativas en la rentabilidad durante el engorde, permitiendo una alimentación más ajustada a los requerimientos individuales de los cerdos.