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Diarrea neonatal, causas y tratamientos
10 de diciembre de 18 - Noticias
Actualmente, el Rotavirus es el principal agente causal de diarrea neonatal en lechones.
La diarrea neonatal es el síntoma de una enfermedad entérica que se manifiesta durante los primeros siete días de vida del lechón. Dicha enfermedad es uno de los principales problemas que afecta a las explotaciones porcinas. En este post conoceremos un poco más acerca de esta patología, de la mano de Inma Martín, veterinaria de Think in Pig.
Una buena prevención es mantener las salas desinfectadas y lavar las cerdas antes de entrar a parir. Foto: Inma Martín.
¿Hace cuanto tiempo están diagnosticados estos problemas como diarreas neonatales?
Ya desde los años 60, se empezaron a registrar casos de diarrea neonatal en los lechones recién nacidos, y los describieron de ese modo. Pero muchos de los agentes infecciosos no eran conocidos por los ganaderos, ya que no se disponía de las técnicas avanzadas que existen hoy en día.
¿Qué síntomas las identifican?
Básicamente se instaura un estado de deshidratación y de pérdida de condición corporal en el lechón. Los animales muestran el vientre hundido y la zona perianal enrojecida y húmeda. El síntoma más característico es que muestran la piel manchada. Algunas de estas señales son más o menos pronunciadas, y están condicionadas por la falta de agua, ya que el lechón no ingiere otra cosa que no sea leche materna. También depende de la gravedad de la diarrea, del agente infeccioso causal, del peso del lechón y de la posibilidad de que existan complicaciones en la enfermedad.
¿Cuáles son los factores infecciosos implicados?
Hay distintos focos infecciosos, que se dividen en varios grupos. Por un lado, tenemos las bacterias infecciosas, dentro de las cuales encontramos la Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC), que provoca exotoxinas (o enterotoxinas) y endotoxinas. En este caso, la mortalidad de los recién nacidos puede llegar a ser elevada. En segundo lugar, otras de las infecciones más comunes están causadas por Clostridium perfringens de tipo A, de tipo C y por Clostridium Difficile. La bacteria de tipo C provoca una enteritis necrótico-hemorrágica, y se detecta en los animales de uno a cuatro días de vida. La enfermedad de tipo A afecta normalmente a lechones de menos de una semana de vida y provoca un retraso en su crecimiento. La segunda bacteria, la Clostridium Difficile, se asocia a la sintomatología respiratoria y a una muerte súbita; en algunos casos, puede provocar que el lechón muera directamente, sin mostrar síntomas.
Por otra parte, entre los virus que producen diarreas neonatales, encontramos el Coronavirus, que se dividen entre el virus de la gastroenteritis transmisible porcina (TGE) y el virus de la diarrea epidémica porcina (DEP). Ambas enfermedades se convierten en endémicas y, una vez la cerda queda inmunizada, el problema es menor. No obstante, la mortalidad es elevada. Finalmente, el rotavirus es el que más se asocia a la deshidratación. En este caso, la morbilidad puede ser alta pero la mortalidad es baja.
¿Cuál es el virus más frecuente y qué consecuencias tiene?
Actualmente, el rotavirus es el principal agente causal de diarrea neonatal en lechones. Causa una fuerte deshidratación debido a la diarrea liquida, pero es un proceso autolimitante. Dado que utiliza los enterocitos para multiplicarse, aumentan las bajas predestete. Además, los lechones que sobreviven tendrán un aumento medio de peso menor menor, de hasta 34 gramos menos al día.
¿Qué tratamiento debe seguirse?
El tratamiento principal es sintomático. El objetivo es recuperar al lechón a base de electrolitos y otros compuestos que regeneran la pared del intestino. En los casos de diarrea bacteriana, es recomendable un tratamiento antibiótico, para cuya elección debemos usar un antibiograma, la prueba microbiológica que se realiza para determinar la susceptibilidad (sensibilidad o resistencia) de una bacteria. Por una parte, recogeremos una muestra de diarrea mediante un hisopo rectal o bien directamente, cuando esté saliendo del lechón. Por otra parte, también se deben recoger muestras del paquete intestinal de lechones sacrificados sin haber sido tratados, con el fin de realizar cultivos y dejar constancia de la histología, lo que nos permite hacer estudios posteriores de los tejidos. La histología es siempre lo determina el tipo de lesión y, por tanto, el agente causal. En especial, permite identificar la clase de virus, ya que el acortamiento de vellosidades intestinales cambia la relación de la longitud de la vellosidad y la profundidad de la cripta, que normalmente es de 1/7. En histología vemos esta relación disminuida, lo cual no ocurre con las bacterias.
¿Cuál es el nivel de incidencia en España?
Se habla de que la incidencia está aumentando porque cada vez tendemos más a líneas híperprolíficas. El paso del tiempo ha llevado a que en las granjas se introduzca otro tipo de manejo, a incluir un número más elevado de animales y a trabajar mas rápido para hacer que en las salas de parto haya mayor rotación. Actualmente, no sabemos el porcentaje exacto de incidencia de la diarrea en España. Se podría decir que las zonas más afectadas son las que tienen mayor producción porcina. Además, una granja nueva no tiene las mismas condiciones que una granja vieja.
¿Qué estrategias de prevención existen o se recomiendan?
Los brotes de diarrea se generan por bacterias y virus. Los factores que favorecen esta enfermedad son ambientales, como la temperatura, las corrientes de aire y la higiene. Una buena prevención es mantener las instalaciones desinfectadas y lavar a las cerdas antes de entrar a parir, pero la estrategia principal es la prevención mediante la inmunización de las cerdas gestantes (vacuna, feedback) para que le confieran inmunidad a los lechones mediante el encalostramiento. Aunque con estas técnicas generamos inmonoglobulinas de tipo G (IgG), las que nos interesan más son las IgA, ya que son las encargadas de proteger las mucosas. Así se evita que los animales cuando están expuestos a las bacterias.