Beneficios de reducir el polvo ambiental en las granjas

Josep Rius. Técnico de Rotecna

No hace muchos años que en los hospitales se permitía fumar. Hoy esto nos parece una barbaridad, pero entonces la sociedad no era consciente de los efectos dañinos que el tabaco provoca en la salud de las personas. Con la calidad del aire que respiran los cerdos en las granjas puede pasar algo parecido. El día que consigamos que los animales estén alojados en un espacio donde puedan respirar aire con menos presencia de agentes infecciosos, nos daremos cuenta de su importancia. ¿Qué hace falta para que apliquemos medidas de prevención para reducir el polvo del ambiente? ¿Por qué es importante disminuir su presencia?

Es fundamental mostrar con claridad cuáles son los peligros y los beneficios sobre este tema, y saber transmitir la necesidad de un cambio a quienes desarrollan actividades que implican un riesgo para la salud. ¿Qué hace falta para el cambio? Información veraz, científicamente validada y contrastada, que ofrezca resultados irrefutables; aceptación y convencimiento de la prevención como vía para mejorar la salud; y, finalmente, medios o herramientas que ayuden a aplicar las medidas de forma eficaz.

En este sentido, Rotecna ha diseñado e incorporado tapas para todas sus tolvas, con el objetivo de reducir la cantidad de polvo presente en el ambiente donde se alojan los cerdos y trabajan las personas responsables de su cuidado. Debido a que el polvo del pienso es uno de los medios por el que se transportan y dispersan los patógenos nocivos presentes en las granjas, y de que su proliferación aumenta las posibilidades de transmisión, las tapas se plantean como una solución al problema.

El polvo y la salud de los animales

La presencia del polvo en el interior de las instalaciones proviene principalmente, además del pienso, del pelo, de las células de descamación de la piel, de excrementos secos o cama, etc. Este polvo puede provocar no solo problemas respiratorios (neumonía enzoótica, Aujeszky, actinobacilosis, influenza porcina, rinitis atrófica y Glasser), sino también enfermedades inmunológicas por su relación con los bioaerosoles (partículas de origen biológico suspendidas en el aire). Por ejemplo, un gramo de polvo puede contener 800.000 colibacilos vivos. (1)

Los agentes patógenos causantes de muchas enfermedades pueden sobrevivir durante largos períodos de tiempo en el polvo o en la materia orgánica. Este tiempo de supervivencia es específico para cada patógeno y depende de muchos factores como la temperatura, la exposición a la luz, la humedad, y el pH ambiental. (2)

El tamaño de las partículas en suspensión condiciona la velocidad de sedimentación. Mientras que las más pequeñas quedan en suspensión, las más gruesas tienen tendencia a sedimentar sobre el suelo y los materiales. Las partículas que quedan en suspensión en el aire pueden ser inhaladas por los animales y las personas que trabajan en la granja. En función de su tamaño quedan retenidas en diferentes niveles del aparato respiratorio. El polvo provoca una irritación grave de las vías aéreas, además de la supresión de los mecanismos de defensa microscópicos del pulmón, lo que da lugar a la tos que todos conocemos.

Las instalaciones ganaderas intensivas son entornos con una alta carga de bacterias combinada con una alta presión antimicrobiana selectiva, lo que favorece la aparición de bacterias resistentes. Éstas, unidas al polvo, pueden ser transportadas por el aire y, además de extenderse por la salas o corrales, pueden también transportarse a través de la ventilación natural o forzada al exterior y diseminarse, exponiendo a los animales, granjeros o agricultores, vecinos residentes y al entorno circundante. (3)

Según la Guía de Mejores Técnicas Disponibles del Sector Porcino (MAPA), el polvo emitido por las granjas contribuye al transporte del olor, y en áreas con alta densidad de producción de cerdos, las nubes de polvo producidas por una granja pueden transmitir enfermedades a otras granjas. Dentro de los alojamientos animales, el polvo puede afectar tanto a las vías respiratorias de los animales como a las de los operarios. (4)

Interior de una nave de destete. Foto: Rotecna.

El polvo y la salud de las personas

Como hemos comentado, el factor más común que causa enfermedades respiratorias es el polvo que se encuentra en el interior de las naves. Este polvo, sin embargo, no solo afecta a los animales, sino que también lo hace a las personas que los cuidan. Una de las sustancias más peligrosas que contiene el polvo son las endotoxinas, que se originan en la pared celular de ciertas bacterias y causan irritación e inflamación de las vías respiratorias. Los trabajadores que se exponen puntualmente a ambientes cargados de endotoxinas pueden padecer el llamado síndrome tóxico por polvo orgánico (ODTS, por sus siglas en inglés) con síntomas como dolor de cabeza, tos, malestar muscular e incluso fiebre.

Una exposición prolongada a ambientes con altas concentraciones de polvo puede provocar bronquitis, rinitis, faringitis, reacciones alérgicas e irritaciones en la piel. Además, de forma separada o simultánea a estas patologías, puede darse la posibilidad de contraer el llamado asma no alérgico, cuyos síntomas provocan una inflamación que hace que las vías respiratorias se estrechen y dificulten la respiración. (5)

Al hablar de la contaminación del aire, organismos de referencia como la Organización Mundial de la Salud (OMS), generalmente se refieren al tamaño de las partículas en suspensión: PM10, PM2,5 y PM1, es decir, partículas menores de 10 µm, 2,5 µm y 1 µm, respectivamente. Con tamaños menores de 10 µm, las partículas pueden traspasar las defensas del cuerpo humano, introducirse en los pulmones e incluso alcanzar el flujo sanguíneo.

En un reciente estudio (2019) del Centro Nacional de Investigación del Ambiente en el Trabajo en Copenhague y la Universidad de Aalborg (Dinamarca) se identificaron 28 especies de bacterias presentes en el polvo de las granjas, que pueden presentar riesgos para la salud de los trabajadores. (6)

Una sola salud

La OMS y la Unión Europea (UE), en su Plan de Acción para luchar contra las resistencias a los antimicrobianos, expone el enfoque de “Una sola salud” (término utilizado para describir un principio que reconoce que la salud humana y la animal están interrelacionadas, que las enfermedades se transmiten de los seres humanos a los animales y viceversa y, por lo tanto, que deben tratarse en ambos casos) en el que destacan tres objetivos principales:

• Hacer de la UE una región modelo en materia de buenas prácticas, con una mayor coordinación, vigilancia y unas medidas de control más adecuadas.
• Impulsar la investigación, el desarrollo y la innovación para ofrecer nuevas soluciones e instrumentos para la prevención y el tratamiento de las enfermedades infecciosas.
• Intensificar los esfuerzos de la UE en todo el mundo para elaborar y liderar una agenda mundial de lucha contra la resistencia a los antimicrobianos.

La resistencia a los antimicrobianos es un problema sanitario a nivel mundial. Toda acción que se adopte para disminuir la generación y diseminación de resistencias antimicrobianas en el ámbito humano y animal tendrá un efecto positivo para todo el mundo.

Como hemos podido comprobar, el polvo es el vehículo de transporte mediante el cual las bacterias resistentes viajan por el aire, tanto en el interior como en el exterior de las granjas. Prevenir su formación y propagación contribuye a reducir la presión de infección de los animales y reforzar su sistema inmune, mejorando tanto su bienestar como su productividad económica.

El polvo puede provocar distintas enfermedades. Foto: Rotecna.

Las tapas en las tolvas

Por todo lo expuesto, consideramos que las tapas de las tolvas son el medio para disminuir el polvo ambiental que genera el pienso. Como hemos visto, no todo el polvo proviene del pienso, pero sí una parte importante, puesto que se afirma que puede representar una pérdida directa del 1 % del mismo. Estos argumentos son más que suficientes para que los ganaderos dispongan de contenidos para saber qué beneficios les pueden aportar las tolvas con tapa, a los que también hay que sumar otros relacionados con la protección y conservación del pienso, como:

• Mantener el pienso fresco y seco, libre de humedades y posibles fermentaciones.
• Conservar las propiedades nutritivas y organolépticas del pienso en óptimas condiciones.
• Evitar la evaporación de los componentes aromáticos de los piensos de lechones de primeras edades, lo que lo convierte en un alimento mucho más apetecible.
• Proteger el pienso del acceso de insectos, pájaros y roedores, que provocan pérdidas y desperdicios de alimento, además de ser un importante factor de contaminación del pienso y, en consecuencia, una grave amenaza para la salud de los animales.
• Minimizar las pérdidas de pienso, con el consiguiente ahorro económico.
• Mejorar el consumo medio diario y el rendimiento digestivo, lo que afecta al índice de conversión.

Sin duda, el porcino es un sector que siempre se ha caracterizado por su capacidad y dinamismo para incorporar todas las mejoras que le permitan optimizar el rendimiento de sus animales y realizar una producción sostenible. Prueba de ello es la rápida reacción que tuvo y sigue teniendo ante la necesidad de reducir el uso de antibióticos o la aplicación de todo tipo de medidas de bioseguridad, tanto externas como internas, para preservar la salud de su ganado. En esta línea, aplicar medidas de prevención como las comentadas permite reducir la cantidad de polvo contaminado que inhalan a diario animales y personas.

Cómo reducir la concentración de polvo

• Ventilar correctamente, manteniendo el sistema limpio y en buen estado.
• Mantener la humedad relativa baja (40-70 %).
• Usar tapas en las tolvas.
• Presentación adecuada del pienso y del sistema de distribución.
• Limpiar y desinfectar adecuadamente.
• Añadir grasa y aceite en la dieta.
• Aplicar sistemas de captación de polvo: pulverización con aceite.
• Aplicar sistemas que atrapen el polvo mediante electricidad estática.
• Mediante tratamiento de ozono.

REFERENCIAS:

(1) Jacho López, M.A. (2010) “Recomendaciones prácticas para reducir el Impacto Ambiental en granjas porcinas”. Engormix: https://www.engormix.com/porcicultura/articulos/recomendaciones-practicas-reducir-impacto-t28529.htm (2) Redacción (2020) “Bioseguridad en granja porcina: transmisión por aerosol y oral (2 de 2)”. Porci News: https://porcino.info/bioseguridad-en-granja-porcina-transmision-por-aerosol-y-oral-2-de-2/ (3) Coulon, F (2020) “Farm dust resistomes and bacterial microbiomes in European poultry and pig farms”. Science Direct:  https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0160412020319267 (4) García Sanz, I. et al. (2010) “Guía de mejores técnias disponibles  del sector porcino”. MAPA:  https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/publicaciones/GuiaMTDsSectorPorcino_tcm30-105316.pdf (5) Donham, K. (2017) “Riesgos para la salud y la seguridad de los productores de porcino“. 3tres3: https://www.3tres3.com/articulos/riesgos-para-la-salud-y-la-seguridad-de-los-productores_38891/ (6) Keer White, J., Lund Nielsen, J., Mette Madsen, A. (2018)  “Microbial species and biodiversity in settling dust within and between pig farms”. Science Direct: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0013935119300088 (7) Coma, J. (2010) “Reducción de las emisiones de gases invernadero en la fábrica y en la granja “. 3tres3: https://www.3tres3.com/articulos/reduccion-de-los-gases-invernadero-en-fabrica-y-granja_2895/