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Retos del porcino español frente a la recuperación china
19 de abril de 21 - Noticias
En agosto de 2018 el Ministerio de Agricultura de China confirmaba el primer brote de peste porcina africana (PPA) en el país, concretamente en la provincia de Liaoning. Desde entonces, el sector porcino chino ha centrado sus esfuerzos en luchar contra esta enfermedad que ha llevado a una crisis devastadora en el gigante asiático, provocando el sacrificio del 60 % de su cabaña, una menor disponibilidad de carne y un considerable aumento de las importaciones. Entre 2018 y 2020 esta situación ha ofrecido grandes oportunidades a países como España para aumentar sus exportaciones de carne de cerdo a China. Sin embargo, en 2021 la lucha del sector porcino chino contra la PPA ha dado sus frutos y el sector muestra sus primeros síntomas de recuperación. ¿Cómo afectará esta recuperación al porcino español?
Según datos del Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China, se prevé que el gigante asiático recupere un 80 % del inventario porcino a finales de 2021 y se reduzcan en un 14 % las importaciones de carne de cerdo, pasando de 4,3 millones en 2020 a 3,7 millones en 2021, debido al aumento de la oferta nacional. Por otro lado, las estimaciones del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) van en la misma línea, y apuntan a que China podría importar 30.000 cerdos reproductores con el objetivo de repoblar su genética porcina. Sin embargo, las cifras de esta recuperación aun quedarían lejos de los valores anteriores a la propagación de la PPA en China. Miguel Ángel Higuera, director de ANPROGAPOR, considera que este previsible aumento de la cabaña porcina china puede desajustar la relación existente entre producción, consumo e importación: “Ahora mismo tenemos estabilizado consumo con producción y con importación. De esas tres variables, la producción va a aumentar y, si el consumo no lo hace a la par, inevitablemente afectará a las importaciones. Aún hay mucho margen para recuperar el consumo de carne de cerdo que tenía China en 2018 respecto al actual. Si este consumo se va recuperando, España podrá mantener prácticamente sus cuotas de exportación a China”.
"Se prevé que el gigante asiático recupere un 80 %
del inventario porcino a finales de 2021."
Producción
A lo largo del 2020, el gobierno chino ha estimulado positivamente la recuperación de la producción porcina. Según explica Lu Nan, director general de Olmix China, “el gobierno chino ha inyectado durante 2020 una gran cantidad de dinero en la producción porcina, lo que ha permitido crear nuevas granjas y, por otro lado, también ha destinado recursos a apoyar el crecimiento del inventario de reproductoras y de lechones”. Estas inversiones han permitido implementar nuevas medidas de bioseguridad en las granjas, especialmente tras los últimos brotes importantes de PPA.
En cuanto al inventario porcino nacional, a finales de diciembre de 2020 el número de cerdos alcanzó el 90 % del nivel que se tenía en 2017, según reflejan las estadísticas del Ministerio de Agricultura de China.
Construcción de una granja de maternidad en China de siete pisos. Foto: Philippe Gréau.
Consumo
La carne de cerdo es uno de los alimentos preferidos de los chinos, y el país es el mayor consumidor a nivel mundial de este alimento. Sin embargo, el aumento de los costes que ha provocado la falta de disponibilidad de este alimento ha favorecido el incremento del consumo de carne de aves. Esto hace necesario que las empresas exportadoras de carne de cerdo a China tengan que centrar en esfuerzos en volver a posicionar este producto en dicho mercado y a un precio razonable. Como asegura Higuera, “si hay más disponibilidad del producto, el consumo seguro que aumentará y el precio bajará”, y añade: “Actualmente muchos países, como España, están realizando campañas en China para posicionar sus productos porcinos y reflotar el consumo. Precisamente en estas campañas es donde tenemos puestas muchas de nuestras expectativas.”
Actualmente, China consume entre 35 y 40 millones de toneladas de carne de cerdo, mientras que los años anteriores a la propagación de la PPA en el país, el consumo ascendía a los 50 millones. Del total consumido, alrededor de cuatro millones de toneladas proceden de las importaciones. Según apunta Higuera: “La cantidad importada no sirve para compensar las pérdidas que se han producido, ya que no estamos suplantando dicha perdida con la importación. Por lo tanto, aún queda mucho espacio para que China crezca en producción interna”.
"La carne de cerdo es uno de los alimentos preferidos de
los chinos, y el país es el mayor consumidor mundial."
Importaciones españolas
Las exportaciones de productos frescos y congelados derivados del cerdo al gigante asiático se cuadriplicaron a lo largo de los ocho primeros meses de 2020, según datos de la Secretaría de Estado de Comercio. Dicha tendencia empezaba a intuirse en el primer trimestre de 2020, en pleno estallido del coronavirus en Europa. Sin embargo, este récord de las exportaciones de carne de cerdo a China está provocado por distintas razones: en primer lugar, un brote de PPA que obligó a sacrificar el 60 % del censo porcino a finales de 2019; en segundo lugar, la celebración del Año Nuevo en China, con el aumento del consumo que esta celebración supone y, por último, el efecto “acaparamiento” producido en enero y febrero por el cierre de las factorías nacionales por el coronavirus.
Todos estos factores han hecho que España haya superado todos los récords anteriores (solo en junio de 2020, España exportó tanta carne de cerdo como en todo el 2018), algo que, como apunta Rossend Saltiveri, responsable de porcino en Unión de Uniones y Unió de Pagesos, difícilmente volverá a repetirse: “2020 ha sido un año excelente y excepcional, pero si China va recuperándose, la tendencia en cuanto a la importación probablemente irá a la baja. Sin embargo, es muy posible que la población china aumente el consumo de carne de cerdo, por lo que las exportaciones desde España podrían mantenerse, aunque no con los volúmenes de 2020”.
Naves de maternidad en granjas tradicionales de cerdas en el sur de China. Foto: Philippe Gréau.
¿Cómo se prevé la recuperación del porcino chino?
Más que cuándo se va a recuperar el sector porcino chino, que previsiblemente podría ser para 2024 (al ritmo que va China, para entonces debería haber recuperado el 90 % del censo que tenía antes de la PPA), los expertos se muestran más preocupados por cómo va a ser esta recuperación. En este sentido, Higuera explica: “Antes de la PPA, alrededor del 70 % de la producción en China era de traspatio, mientras que el 30 % restante correspondía a la producción industrial, que era la que llegaba a las ciudades. Precisamente ese 30 % era al que hacía frente la carne importada. Ahora la situación ha cambiado, ya que la peste porcina africana ha afectado sobre todo a la producción de traspatio, y ha favorecido el crecimiento de la producción profesional. Cuando China recupere su producción, se pasará a alrededor de un 80 % de cerdo profesional, frente a un 20 % de producción de traspatio, con lo cual la presión va a venir por las líneas de comercialización que nosotros teníamos antes de la pesta porcina africana, pues nuestra vía de llegada al consumidor chino ha aumentado considerablemente, provocando que la competencia sea mucho más fuerte cuando el sector porcino esté recuperado”.
"Es muy posible que la población china aumente su consumo
de cerdo, por lo que, desde España, las exportaciones se mantendrían."
¿Qué puede hacer ahora el porcino español?
Con el fin de mantener la eficiencia del porcino español y poder seguir exportando como hasta ahora, los profesionales apuntan que, en primer lugar, es esencial mantener altos los niveles de bioseguridad para impedir la entrada de la PPA; en segundo lugar, se deben hacer todos los esfuerzos posibles para no tener ningún problema de COVID-19 en ningún eslabón de la cadena de producción; y en tercer lugar, es imprescindible saber cómo estructurar el sector cuando China deje de comprar los volúmenes de carne de cerdo que importa ahora de España, y es que, en los últimos tres años, la gran implicación de las industrias cárnicas porcinas españolas con el mercado asiático han reportado grandes beneficios. Sin embargo, a la larga pueden suponer un problema. “Esa implicación ahora mismo está justificada por la gran demanda de carne de cerdo en China. Lo que pasa es que, indirectamente, estamos dejando de suministrar a otros clientes tradicionales porque no pagan lo mismo que China o porque no importan los mismos volúmenes. Eso a la larga lo vamos a pagar, porque, obviamente, esos clientes que no abastecemos reducen sus cuotas de importaciones, reducen el consumo o acuden a otro proveedor”, sostiene Saltiveri, y añade: “Ahora mismo la situación de China, desde el punto de vista económico, para nosotros es fantástica pero, desde un punto de vista estratégico, estamos perdiendo mucha cuota de mercado en países muy interesantes como pueden ser Filipinas, Corea del Sur o Japón”. En este sentido, y como mantiene, por su parte, el director de ANPROGAPOR: “Es importante trabajar para no perder los clientes que ya tiene el sector, y tener claro a cuáles se podrá acudir cuando los volúmenes de exportación a China decrezcan”.
Ante esta situación, es conveniente diversificar mercados y que las empresas cárnicas exportadoras realicen una inversión de futuro cuidando de los clientes potenciales. “Frente a la situación que se plantea en China, deberíamos buscar clientes a largo plazo y dejar de pensar en el beneficio inmediato que ofrece China. El futuro del sector dependerá, en parte, de las decisiones que tome cada una de estas empresas”, apunta Higuera. Con todo esto, aunque el número oficial de casos notificados de PPA por China se ha reducido significativamente en 2020, la enfermedad sigue estando presente y su impacto sigue ahí, pues no es algo fácil de erradicar. Aunque los problemas sigan estando, la recuperación es cada vez más visible. Muestra de ello es que el pasado enero, la Bolsa de Dalian permitió los primeros contratos con cerdos vivos. Sobre esta cuestión, Saltiveri reconoce que “no es algo que pueda tener mucha afectación siempre que nuestros operadores participen en esa bolsa y sepan cómo hacerlo”.
Pese a todo, los profesionales del sector confían en que China alcance alrededor del 95 % de autoabastecimiento, dejando el 5 % restante a la importación. “Con eso tendríamos el hueco que necesitamos para colocar esos tres o cuatro millones de toneladas de carne de cerdo en China, y nos iría muy bien a todos los países exportadores”, concluyen Higuera y Saltiveri.